viernes, 9 de noviembre de 2012

Tiramisú...¡de pistacho!


Sí, sí... habéis leído bien. Prometo que en breve subiremos la receta del Tiramisú clásico, que también nos sale muy bien y es muy fácil, pero en esta ocasión tenía a mano la foto de otra variedad de este conocido postre que me pasó Silvia y he decidido publicarla. Por cierto, la fotografía está realizada con la cámara del móvil y con mala luz, así que le he dado un toque retro para que fuera algo más vistosa, pero el color real es mucho más intenso. Aprovecho para decir que las veces que he pedido Tiramisú de postre casi siempre está hecho con nata en lugar de auténtico queso mascarpone y aunque está rico, no es lo mismo, así que ahí va la receta. La mezcla del mascarpone con el pistacho es sorprendente y está buenísima, ya veréis...

Necesitas (para 6 personas)
250 g de queso marcarpone (yo utilicé de la marca Galbani)
Un paquete de galletas tipo savoiardi o bizcochos de soletilla
70 g de pistachos molidos
1 yema y 2 claras de huevo
75 ml de café
Licor de almendras (amaretto)
6 cucharadas de azúcar glacé
Cacao en polvo (recomiendo Valor)

Cómo se hace:
1. Es difícil encontrar los pistachos ya molidos, así que si los tenemos enteros debemos pelarlos por completo y picarlos. Lo que nosotras hacemos normalmente es machacarlos en el mortero, lo cual es más lento y doloroso (¡ay!) pero me gusta porque quedan trocitos de distinto tamaño y alguno literalmente "hecho polvo" y al mezclar con el marcarpone le da un cierto tono color pistacho. 
2. En un bol mezclamos el mascarpone con el azúcar glacé, los pistachos (reservamos unos pocos para adornar) y la yema de huevo. Lo removemos suavemente con una espátula de silicona o madera hasta que la mezcla quede homogénea.
3. Batimos las claras a punto de nieve. Esto es importante, pues es lo que va a hacer la crema de queso quede más ligera y esponjosa.
4. Juntamos las claras a punto de nieve con la mezcla de mascarpone y lo mezclamos delicadamente con movimientos envolventes de abajo hacia arriba para que no pierda esponjosidad.
5. Hacemos un café y cuando esté listo lo vertemos sobre un recipiente, por ejemplo, una bandeja de cerámica profunda o un bol y añadimos un buen chorro de amaretto. Si es necesario dejamos que enfríe un poco, pero no demasiado.
5. Ahora montamos nuestro Tiramisú: vamos empapando las galletas en el café y colocándolas en la base de los basitos o bandeja donde vayamos a servirlo. Encima ponemos una capa de crema de mascarpone, y encima, otra capa de galletas empapadas y así sucesivamente. La última capa ha de ser de crema.
6. Espolvoreamos con cacao ayudándonos con un colador y adornamos con trocitos de pistacho. Ya está listo, sólo hay que dejarlo reposar unas horas en la nevera tapado con un film y ¡a disfrutar!.

Notas: obviamente, como en todo, es importante utilizar ingredientes de calidad, un buen café y un buen cacao marcan la diferencia, y por supuesto, el mascarpone en lugar de nata. Para presentarlo podéis elegir vasitos individuales como en la foto o prepararlo en una bandeja de cristal o cerámica que tenga cierta profundidad. Podéis espolvorarlo con cacao y adornarlo justo antes de servir cuando lo saquéis de la nevera y quedará mejor presentado, ya que la crema suele humedecer el cacao en la nevera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario